Esta es la reseña de un libro por sorpresa,
y digo que es un libro sorpresa por que cuando lo saque de la biblioteca no
sabia lo que estaba sacando y lo que en realidad me llevaba era un libro que
llevaba muchos años buscando. Y que alegría cuando me di cuenta de lo que tenía
entre manos!!! XDD
Siempre he sido una loca de Winnie the Pooh,
me encanta ese osito con Poca Cabeza. Como imagino que la mayoría en este país,
lo conocí a través de Disney (por una vez no despotricaré contra ellos XDD) con
la película antigua (sé que luego han hecho más pero esas ya no me han
interesado, prefiero la original) y una serie que se hizo por los 90, creo (y
que tengo guardada XDD). Soy una Pooh maniaca y tengo platos de Pooh, vasos de
Pooh, algún peluche, figuras y algún libro.
Pero los libros son de las múltiples
adaptaciones de Disney y con las ilustraciones que conocemos todos. Sin
embargo, nunca había podido hacerme con los textos originales.
Hace muchos años vi en El Corte Ingles un
libro que recopilaba los textos originales con las ilustraciones originales de
E. H. Shepard, sin embargo no me pude permitir el gasto y desde entonces he
lamentado haber perdido la oportunidad de tener ese libro. Sé que a veces los
textos originales varían bastante de las posteriores adaptaciones.
Hace poco me puse a buscar en la web de la
biblioteca a ver si tenía la suerte de encontrar a Winnie pero nada, solo me
salió El mundo de Puff de A. A. Milne. Así que pensé que era algún otro libro
infantil del autor (sabia poca cosa de Milne y nada de si había escrito otras
obras o no) y me resigne pensando que al menos tendría la oportunidad de leer
alguna obra de este autor aunque no fuera del osito mundialmente famoso.
Le pedí al bibliotecario que me lo trajera
del depósito (sí, este es otro de esos libros rescatados que quien sabe hacia
cuanto tiempo que no iba a una casa!!!) y cuando lo vi ¡¡¡Oh, sorpresa!!! Si en
realidad eran los textos de Winnie de Pooh!!! (Solo que en esta edición de
Anaya de 1989 le llaman Winny el Puff. A los demás personajes también les
cambian el nombre) Al final había conseguido el ansiado libro y Pooh hubiera
dicho que merecía celebrarse con una cancioncilla, un poema o mejor aun con un
tarro de Miel XDD
La obra referente a Winnie the Pooh está
formada por dos libritos (que aquí se publican juntos) Winnie the Pooh (1926) y
El rincón de Pooh (1928). Aunque sea un personaje tan famoso, como ya veis el
autor no escribió mucho de Pooh, a pesar de que fue un éxito inmediato y
arrollador. Ya en El rincón de Pooh decidió que ahí terminaban las aventuras del osito y sus
amigos y en el último capítulo se despide de los lectores.
¿Y qué me ha parecido el libro? Tras tantos
años de espera para poder leernos, no me ha decepcionado ni un ápice. Aunque en
las adaptaciones de Disney se ha conservado la esencia de los personajes y del
maravilloso bosque de los Cien Acres, el texto original es una delicia absoluta
que va más allá de las adaptaciones.
Los libros de Winnie the Pooh se consideran
un de los cuatro grandes clásicos de la literatura infantil junto con Alicia
de Carroll, el Peter
Pan de Barrie y El viento en los sauces de Kenneth Grahame.
Aquí, seguro que
cualquiera los calificaría como libros para niños pero tras investigar sobre el
autor es curioso descubrir que aunque efectivamente se baso en su hijo Christopher
Robin y los peluches de este, nunca pretendió dirigirse a un público infantil. El
propio C. Robin reconoció de mayor que si padre nunca le leyó los cuentos. En
realidad los escribió para el lector adulto.
Ahora, la verdad, es
que Winnie the Pooh y El rincón de Pooh son dos libritos tan maravillosos que
cualquier lector de cualquier edad encontrara entre sus páginas algo para él.
Los peques
disfrutaras de las aventuras de estos entrañables personajes sin hacerse
preguntas ni buscar dobles lecturas, simplemente gozaran de la glotonería del
Osito Pooh (que realmente tiene un problema con la miel XDD), acompañaran a
Pooh y a Puerquito en su caza de un Gúsol o Jabular, se preguntaran donde está
la cola de Igor, acompañaran a los habitantes del bosque en la Espoticion al
Polo Norte y muchas cosas más. Porque aunque el bosque de los Cien Acres es un
paraje idílico donde el peligro no existe, sus habitantes a pesar de dedicarse a
hacer cosas de los más corrientes, no se sabe cómo, siempre hallan un modo de
verse metidos en una inesperada y a menudo absurda aventura con final feliz.
Además los libros
están plagados de canciones y poemas, pues Pooh, a pesar de reconocer con
humildad ser un Osito con muy Poca Cabeza, lo cierto es que aunque sea glotón y
despistado, es un gran poeta, le brotan los poemas cada dos por tres, como
nada.
Son unos libritos
ideales para que un padre se lo lea a sus hijos antes de dormir pero igualmente
son ideales para los adultos. No solo te trasporta a la infancia, a un lugar
verde, agradable y lleno de criaturas entrañables sino que el texto es
inteligente, (a veces algunos diálogos te sorprendes pues poseen una simpleza
que llega a convertirse en pura filosofía) cargado de sátira, divertido y
profundo.
Como buen inglés
parece que Milne lleno el libro de juegos de palabras, sin embargo eso es
difícil de conservar al traducir y nosotros no lo captamos pero aun así es un
texto genial.
Cada librito está
compuesto de historias independientes, aunque siguen más o menos un orden
lineal. Lo que lo hace perfecto para leer a un niño y poder contarle una
historia cada noche.
Sobre los
personajes, ya he dicho que adoro a Pooh, ese tierno osito que siempreeeeeeeeee
es feliz, pase lo que pase no se desmoraliza, no se pone triste, es el
optimista por excelencia y a través de sus redondos ojillos todo es una
maravillosa sorpresa. Pero cada personaje tiene una personalidad muy marcada y
que le hace especial.
Rivalizando con
Pooh por mi corazón y puede incluso superándolo XDD esta Igor, el burrito. Además,
de gustarme el nombre, este personaje es fantásticamente divertido y no porque él
sea precisamente la alegría de la huerta XDD.
Igor es el
pesimismo personificado, si mira al cielo para él siempre está a punto de
llover, sino de diluviar o de algo peor. Y así con todo, siempre vaticina el
peor desenlace posible en cualquier situación y es de lo más depresivo. Vamos
que si fuera humano estaría abonado al Prozak XDDD No obstante, es incapaz de
resultar desagradable y a pesar de vivir en esa constante negatividad él lo
acepta todo con absoluta resignación.
A menudo los demás
amigos le ignoran o pasan mucho tiempo sin ir a visitarle pero él dice que es
normal y que lo comprende. Y es verdad, que a veces pasan olímpicamente de él
XDD aunque otras veces, Conejo y los demás llevan razón al decir que Igor se
queda en su rincón del bosque lamentándose porque nadie le va a visitar pero él
nunca les va a visitar a ellos.
Puerquito, es un
animalito adorable. El mejor amigo de Pooh, amable, cariñoso y algo asustadizo.
Vale, un poco cobardica XDD pero siendo un Animal Muy Pequeño, resulta bastante
lógico que le inquieten los Jabulares y otras criaturas, o que Tigger, el saltarín
Tigger, ande cerca.
Aun así, cuando las
circunstancias le empujan a realizar una heroicidad para ayudar a sus amigos,
siempre se esfuerza por afrontar la prueba con valor y logra el objetivo.
Conejo es un mandón,
pero un mandón que no resulta cargante. Y destila algo de superioridad, pero a
nadie le molesta. Le gusta hacer planes, listas y decirles a los demás lo que
deben hacer.
Cangu es la madre
por excelencia. Solo vive para cuidar a su pequeño Risto. Se desvive y es algo
pesada con el cangurito XDD
Risto es un
cangurito hiperactivo que encima siendo canguro está deseando saltar y meterse
en todo lio posible para divertirse pero su protectora madre le ata corto XDD
Tigger es como un
niño grande y compañero de juegos de Risto. Su actividad favorita es saltar y
es bastante fanfarrón, pero como todos los demás, tiene tan buen corazón que
todo se le perdona XDD
Y Búho representa
la sabiduría aunque aparenta ser mucho más listo de lo que es, siempre
presumiendo que sabe escribir MARTES. Y como enganche a alguno de sus amigos,
le aburre con antiguas historias de sus pintorescos parientes.
Vamos que son una
tropa de cuidado pero además de divertidos, estos personajes ocultan un
trasfondo que te hace pensar, en una singular lógica que al final es de lo más acertada.
También es muy interesante mencionar que Winnie the Pooh,
inspiro al autor, Benjamin Hoff, ha escrito "El Tao de Pooh"
cuyo subtítulo describe muy bien su contenido: "El Taoísmo para
occidentales... O cómo el Camino es revelado por el Osito de Pequeño
Cerebro". En él se entremezclan diálogos ficticios con Pooh, citas de
Maestros taoístas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado con dibujos de
los libros originales.
-¿Cómo lo haces, Pooh?
-¿Hacer qué? -preguntó Pooh.
-Hacer tan Poco Esfuerzo.
-No hago mucho -dijo.
-Pero todas tus cosas acaban por hacerse.
-Es como si se hicieran solas -dijo.
-Espera un minuto. Eso me recuerda algo del Tao Te King -dije, cogiendo un libro-. Aquí está, capítulo 37. Traducido, es algo así como "El Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero no deja nada por hacer".
-¿Hacer qué? -preguntó Pooh.
-Hacer tan Poco Esfuerzo.
-No hago mucho -dijo.
-Pero todas tus cosas acaban por hacerse.
-Es como si se hicieran solas -dijo.
-Espera un minuto. Eso me recuerda algo del Tao Te King -dije, cogiendo un libro-. Aquí está, capítulo 37. Traducido, es algo así como "El Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero no deja nada por hacer".
El libro está traducido al español
y editado por EDAF y tiene que estar muy interesante.
También,
mencionar que concretamente la edición que tengo en mi poder El mundo de Puff,
al final incluye un apéndice muy interesante en que te habla de la época en vivió
A. A. Milne, como fue su vida, la de su hijo y sobre sus obras.
Gracias a
este apéndice he sabido que resulta que Milne fue muy amigo de Barrie, sí, el
creador de Peter Pan!! Y que de pequeño le dio clases de naturales H. G.
Wells!!! Alucinante!!! Qué suerte tuvo!!
Hay un par de
citas de Milne que se trascriben que me han parecido buenísimas y que quiero
dejaros aquí:
“La herencia
y el medio ambiente hacen al niño, y el niño hace al hombre y el hombre hace al
escritor; así que es demasiado tarde ahora para que yo fuera otro escritor… Uno
escribe de cierto modo porque uno es cierta persona; uno es esa clase de
persona porque uno ha vivido esa clase de vida” (Me parece una gran verdad y
que define de maravilla al escritor).
“Me gustaría
poner un asterisco aquí y escribir: “En 1919 volví a la vida civil.” Porque me
pone enfermo pensar en esa pesadilla de degradación mental y moral que es la
guerra” (Habla de una autobiografía que escribió y de la Primera Guerra Mundial
que por desgracia le tocó vivir pero es una perfecta definición de la Guerra,
cualquier guerra).
Pero ¿Cómo
surgieron las historias de Winnie the Pooh? Y la respuesta a esta pregunta es
curiosa e interesante.
Os pongo aquí
toda la información sobre la verdadera Winnie, Milne y su hijo que tristemente
no fue capaz de disfrutar de la alegría y sabiduría de la obra de su padre.
Origen del personaje de Winnie the Pooh (fuente wikipedia)
Escultura de los personajes de la
serie en Estados Unidos.
El 24 de
agosto de 1914,
un tren que transportaba tropas con destino a Inglaterra
desde Winnipeg
(Manitoba, Canadá) se
detuvo en el pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario
H. Colebourn (1887-1947) encontró allí a
un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre y Colebourn
le compró el cachorro por 20 dólares. La llamó Winnie por su ciudad adoptiva,
Winnipeg, ya que él era británico
de nacimiento. El cachorro se convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry
Horse, a la que pertenecía el militar.
A su paso por Inglaterra,
Colebourn prefirió dejar a Winnie, que resultó ser una hembra, en el Zoo
de Londres1
para que la cuidaran mientras él continuaba camino del frente. Aunque otros
cinco osos más fueron dejados por tropas canadienses, Winnie se convirtió
pronto en la favorita del público.
Al acabar la guerra en 1918, Colebourn se
pasó por el Zoo a recoger su oso pero, tras ver cómo la gente la apreciaba por
su docilidad, decidió dejarla allí. Volvería en varias ocasiones a visitarla
hasta que la osa murió finalmente el 12 de mayo
de 1934. El capitán
Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su muerte en 1947.
Por iniciativa del hijo del militar, en 1992 se descubrió en
el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg una
estatua representando a Coleburn de pie cogiendo de las patas al cachorro. En 1995 un grupo de
oficiales de la 34ª Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres una copia donada
por el gobierno de Manitoba.
Un niño, llamado Christopher Robin Milne, acompañó a unos
vecinos, cuando tenía cinco años, en su visita al Zoo y allí conoció a Winnie,
de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores le dejaban pasar
dentro del recinto para jugar con ella. Se da la circunstancia de que a la osa
no le gustaba la miel como al personaje sino la leche condensada. Aquella
primera visita inspiró a su padre, el escritor Alan A. Milne, un poema.
El autor
Alan Alexander Milne (1882-1956), su mujer
Dorothy (llamada Daphne familiarmente) y su hijo Christopher
Robin (que había nacido en 1920) se habían mudado a vivir a Cotchford Farm, en el bosque de
Ashdown (Sussex)
que luego aparecería como "el bosque de los Cien Acres" en las
aventuras de Winnie-the-Pooh. Daphne había regalado a su hijo un típico osito
"Edward"2
por su primer cumpleaños. Tras conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a
su osito con el nombre de Winnie-the-Pooh. Lo que no queda tan claro es de
dónde viene "Pooh": en la introducción de "Winnie-the-Pooh"
Milne nos cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin
embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la
miel) escribe:
Pero los brazos le quedaron tan rígidos después
de aferrarse a la cuerda del globo todo ese tiempo que los tuvo alzados en el
aire por más de una semana, y cada vez que una mosca se acercaba volando y se
le posaba en la nariz tenía que espantarla soplando. Y creo ―aunque no estoy
seguro― que es por eso que siempre lo llamaban Puh.
Peluches originales de Chistopher
Robin. Desde la izquierda en el sentido de las agujas del reloj: Tigger, Kanga,
Edward Bear (Winnie-the-Pooh), Eeyore, y Piglet.
A. A. Milne escribió varias obras de teatro y
novelas pero ninguna alcanzó el enorme éxito de los libros sobre el "Osito
amarillo" convertidos en clásicos de la literatura británica del siglo XX.
Harry Colebourn y Winnie, 1914
Christopher Robin Milne
El auténtico Christopher
Robin nació el 21 de agosto de 1920 y llevó la vida típica de un niño
inglés de clase media de la época, siendo cuidado por una niñera y viendo
solamente a sus padres en momentos contados del día. El ser incluido en los
libros de Winnie-the-Pooh le provocó los obvios problemas en su etapa escolar y
durante años guardó rencor a su progenitor, volviéndose introvertido.
Estudió lengua
inglesa en el Trinity College de Cambridge y
en 1948 se casó con
una prima contrariamente a los deseos de su madre. A pesar de las molestias que
le podría ocasionar, dado su carácter reservado, en 1951 abrió una
librería, también en discrepancia con su madre, que resultó ser un éxito. Ese
distanciamiento hizo que tras la muerte de su padre ya no volviera a ver a su
madre hasta su fallecimiento años después.
A pesar de los trastornos que durante su vida le
había ocasionado el ser asociado al personaje de los libros, C. R. Milne luchó
activamente para que el bosque de Ashdown (Bosque
de los Cien Acres en las aventuras de Pooh) en Sussex
no fuera convertido en explotación petrolífera por la British
Petroleum.
Christopher Robin Milne murió el 20 de
abril de 1996.
Los libros
En 1924 la editorial Methuen3
publica un libro de A. A. Milne titulado When We Were Very Young. Aunque
encuadrado tradicionalmente dentro de la colección de libros de Pooh, éste sólo
es mencionado en uno de los poemas, llamado Edward Bear. El 24
de diciembre de 1925
se publica en el London Evening News el que posteriormente sería el
primer capítulo de "Winnie-the-Pooh".
Milne escribió dos libros de aventuras del osito
y sus amigos: Winnie-the-Pooh (1926) y The House
at Pooh Corner (1928)
inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en
piezas de museo. Entre ambos se editó Now We Are Six (1927) en la misma
línea de libro de poesías de When We Were Very Young y al igual que éste
encuadrado dentro de la colección.
Por lo que respecta a las ilustraciones de los
libros de Winnie-the-Pooh, corrieron a cargo de E. H. Shepard, que también
ilustró otro clásico de la literatura británica: El viento en los sauces de Kenneth
Grahame. El artista se inspiró en "Growler", el oso de peluche de
su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne donaría posteriormente los
manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity College donde él, y más
tarde su hijo Christopher Robin, se habían graduado.
En resumen: Nadie debería dejar de leer estos tiernos, encantadores,
divertidos y profundos cuentos que llevan haciendo las delicias de niños y
mayores (al menos de cuerpo XDD) durante 75 años. El Osito tontorrón,
Christopher Robin y sus amigos serán inmortales por siempre y nos trasportaran al
hermoso bosque de los Cien Acres donde ser niños de nuevo mientras descubrimos
la felicidad en las cosas simples.
“Porque vayan adonde vayan y suceda
lo que suceda en el camino, un niño y su Oso estarán siempre jugando en ese lugar
encantado de la parte más alta del Bosque.”
Fondo
de estantería 100%
Valoración:
5
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