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Sherlock, Lupin y yo



Tres chicos extraordinarios, amigos inseparables. Tres mentes que marcarán la historia de la criminalidad. ¡Amistad, aventura y suspense!



   En esta ocasión, no vengo con la reseña de un libro sino de cuatro: El trío de la Dama Negra, Último acto en el Teatro de la Ópera, El misterio de la Rosa Escarlata y La catedral del miedo, pertenecientes a la colección juvenil de Sherlock, Lupin y yo, publicada por la editorial Destino, del grupo Planeta.

   El proyecto es obra del escritor italiano Pierdomenico Baccalario que cuenta con más de una  treintena de publicaciones de temática juvenil en su haber, de distintas series y entre las cuales destaca la serie de Ulysses Moore.
   Pero los libros propiamente dichos han sido redactados por Alessandro Gatti, otro escritor y periodista italiano que como Baccalario cuenta ya con una enorme producción literaria de corte juvenil de aventura y misterio (y eso que publica solo desde el 2005).
   En este caso Gatti firma bajo el seudónimo de Irene Adler, un personaje creado por Arthur Conan Doyle dentro de su serie de libros y relatos de Sherlock Holmes y que se hizo conocida por ser la única mujer capaz de engañar al universalmente conocido detective británico.
   Esta colección juvenil se presenta bajo la premisa de que hubiera sucedido si en la juventud se hubieran conocido: Sherlock Holmes, Arséne Lupin e Irene Adler. 

   ¿Y quiénes son estos tres personajes? Sin duda, al que más conocemos todos es al detective por antonomasia Sherlock Holmes (aunque en realidad Edgar Allan Poe fue precursor del detective deductivo y analítico con su Auguste Dupine, pero este no obtuvo tanta popularidad y ha quedado algo olvidado).
   Luego tenemos a Arséne Lupin que lo cierto es que, antes de leer estos libros yo solo conocía a este famoso ladrón de guante blanco de cuando era niña y veía los dibujos de anime de Lupin III (que tiempos XDD).  Pero si queréis saber más de este carismático y seductor personaje que sepáis que fue obra del escritor francés Maurice LeBlanc, contemporáneo de Arthur Conan Doyle y en su momento, Lupin, aun estando del otro lado de la ley, obtuvo una fama en Francia equiparable a la que poseía Holmes en los países anglosajones.
   Y por último tenemos a la femme Irene Adler, que como ya dije antes es un personaje perteneciente a la obra Holmesiana. De ella sabemos poco más que era una cantante contralto y actriz americana, nacida Clara Steephens pero puesto que fue la única mujer que marcó al famoso detective, conocido por no ser muy propenso a la compañía femenina, este personaje a dado pie al misterio y las hipótesis de unos y otros, como sucede en este caso.

   Así que esta colección de libros de misterio parte de tan curiosa propuesta y ciertamente el escritor ha sabido aportar la esencia de estos tres personajes que fueron presentados al mundo en el siglo XIX ya como adultos.
   Yo en quien he podido notar esto mejor es en Sherlock puesto que ya había leído alguno de los libros de Doyle y me crie con la serie de la BBC de los ochenta. Con lo que puedo afirmar que aun teniendo ante nosotros a un joven Holmes podemos ya apreciar todas las características que hacían tan singular a este detective.
   La unión de estos tres jóvenes personajes funciona a la perfección, sus personalidades encajan conformando un trió detectivesco magistral y nos encontramos ante unos libros entretenidos, muy amenos e ideales para los amantes del misterio pero que al tiempo están escritos de un modo sobresaliente. La narración, con un rico vocabulario, se ha cuidado al máximo a imitación del estilo propio de la novela del siglo XIX pero que eso no asuste al joven lector por que empiezas a leer y ya no puedes parar.
   La ambientación también es otro punto que es evidente que se ha cuidado al máximo, entre sus páginas se hace patente la enorme cantidad de documentación que ha sido necesaria para trasladarnos al Londres victoriano o a la Francia convulsa por la guerra franco-prusiana.
   También en casi todos los libros, al menos los que yo he leído (actualmente hay seis publicados pero faltan otros dos por editarse en España), aparece durante el desarrollo de la trama, algún escritor del momento como Wilkie Collins o Alejandro Dumas hijo. O referencias a otros autores celebres y por supuesto guiños a las novelas clásicas de Sherlock Holmes, incluso se menciona al que en el futuro encarnaría a su archienemigo, Moriarty.
   Las historias son supuestamente narradas por la propia Irene, ya adulta, que recuerda sus años mozos en que corría aventuras con sus dos grandes amigos. Narradas del mismo modo que en la obra Holmesiana el Dr. Watson relataba los casos que él había vivido con su sagaz amigo.
   Con respecto a la trama de misterio de cada volumen, no entraré en el intríngulis de cada uno XDD, cada lector debe resolver el enigma. Solo diré que están muy bien planteados, el ritmo no decae en ningún momento y de los cuatro libros que he leído solo en uno adiviné el misterio a medio libro. En los demás, hasta el final no me quedó claro que pasaba realmente. Como debe suceder en una buena novela detectivesca te pasas buena parte del libro pensando que puede ser esto o aquello pero hasta el final no lo averiguas y descubres que no te acercabas ni por asomo a la resolución del enigma XDD.
   Con lo cual, tanto a nivel narrativo como por el componente de misterio, lo pueden disfrutar igualmente jóvenes y adultos. Lo recomiendo para ambos, sin dudarlo, y más si ya sois fans de Sherlock Holmes, como es mi caso.

   Ahora quisiera mencionar un par de cosas dirigidas sobre todo al público más joven.
   La primera es que el autor se tomó la licencia de juntar a estos tres personajes literarios pero si investigamos un poco resulta que se tomó una licencia un poquito mayor pues aunque fueran ficticios los autores de Holmes y Lupin aportaron unos cuantos datos y según sus creadores originales en realidad Lupin nunca habría podido formar parte de este grupillo de pillos investigadores pues no nacería hasta muchos años después de la fecha en que se desarrollan los libros (a partir de 1869) mientras que esta colección presenta a Lupin como un jovencito de unos catorce años, siendo el mayor de los tres.
   Otra curiosa licencia del autor (que no entiendo bien a que ese cambio) es que en estos libros Holmes tiene dos hermanos, el conocido Mycroft y una hermanita pequeña cuando en realidad Sherlock era el hijo pequeño, Mycroft el mediano y había un hermano mayor (pero varón).

   La otra cosa que quiero comentar (como digo más para que lo sepa el joven lector) es sobre cómo se nos presenta a este trió de pillos que andan de aquí para allá resolviendo crímenes. Su forma de actuar, tan libre, recuerda a Los cinco, sin embargo, hay que tener en cuenta que Los cinco se desarrollaba en un periodo histórico muy diferente. Los años 50 en un pueblecito no tenía pero que nadaaaaaa que ver con la Era Victoriana.
   De modo que en realidad en cómo se comportan estos tres jovencitos es donde Gatti ha tenido que meter la mayor de las licencias. Como digo en lo demás ha sido muy riguroso pero en el comportamiento de los niños no ha podido serlo puesto que si se hubiera ceñido a cómo era la vida de los niños en esta época, simplemente no hubiera habido historia. (Lupin si presenta la infancia de un creador y encaja con la vida itinerante que llevarían los hijos del circo, no obstante, lo que sería impensable es que un chico así pudiera entablar relaciones con niños de familia algo elevada, como sería el caso de Holmes e Irene).
   Que no se crea el joven lector que en estos años los chiquillos podían andar por ahí con libertad (es cierto, que sobre todo con Irene el escritor menciona de vez en cuando que lo que hacen es atípico, que debería comportarse como una señorita y tal y cual pero al final se le consiente todo).
   En la era Victoriana los niños no tenían vida y mucho menos libertad. Los únicos niños que podían corretear por ahí eran los chiquillos sin hogar y claro está que andaban por las calles por qué no tenían otra elección.
   Lo cierto es que en esa época la vida de los niños era tremendamente infeliz. Si eran de condición humilde tenían que trabajar (en minas o fabricas) a partir de los cuatro o cinco añitos para ayudar económicamente a la familia (en la ciudad, en el campo trabajaban ayudando a su familia y podían ser más felices). Así que si lograban sobrevivir y hacerse mayores (la mortalidad infantil era terrible) no habían podido experimentar en absoluto la infancia.
   Si en cambio eran de familia media o noble, eran criados por la niñera y luego la institutriz o el preceptor (sobre todo en el caso de los chicos). No solían tener apenas trato con sus padres (sobre todo en Inglaterra). Ellos tenían su sala de juegos, su habitación y la de su niñera (si es que no dormía en el mismo cuarto que el pequeño) todo junto y allí comían, jugaban y recibían sus clases. Así que la mayor libertad que podían tener era corretear un poco por el jardín bajo la mirada vigilante de la niñera o ir al parque. Un niño jamás estaba solo y por supuesto no contaba con la oportunidad de fugarse de casa como vemos que a menudo hace Irene XDD.
   Y cuando los niños ya contaban con ocho o diez añitos (en las chicas podía tardar más o que fueran siempre educadas en casa, según los medios económicos y el comportamiento de la muchacha) iban a un internado donde a menudo pasaban las penas del infierno durante los primeros años (al menos en Inglaterra) donde debían servir a los chicos mayores y soportar profesores que a veces tenían la mano muy ligerita.
   Si un chiquillo se amoldaba bien a la soledad o a estar con cualquiera, podía llevarlo bastante bien pero como fuera algo sensible podía ser horrible (estas infancias marcaron a muchos de los escritores románticos de este periodo).
   Las jovencitas, si no seguían su educación en casa podían acabar en un internado para señoritas (los de Francia tenían gran reputación) o en un convento si eran familias muy religiosas donde se las prepararía para entrar en sociedad y lograr un buen marido.
   De modo que quede claro para el joven lector que esa parte ni por asomo es realista. Los personajes se desenvuelven con su entorno como si fueran adultos, llevan dinero encima, cogen carruajes solos y van en soledad por las calles. Eso era imposible.
   Si por un milagro un chiquillo lograra salir solo de casa, las calles de la sociedad bien, estaban plagadas de guardias, así que en cuanto te hubiera visto uno te hubiera agarrado y llevado de vuelta a casa. Y por supuesto, lo mismo hubiera sucedido si por otro milagro hubieras conseguido plantarte en Scotland Yard sin ser descubierto para informarles de tus descubrimientos. No solo algún cateto policía se hubiera burlado de ti, como les pasa a nuestro trió, sino que te hubiera llevado de vuelta a casa y menudo drama se hubiera montado en el hogar familiar. Y por descontado, esto sería mucho peor en caso de ser una chica.
   Solo un joven varón y a partir de los catorce o quince años podría disfrutar de una paga y semejante libertad. Cuando ya iban a la universidad, eran ya considerados como casi adultos y sus padres se mostraban mucho más permisivos con ellos, precisamente, a menudo darles tanta libertad después de una infancia tan opresora provocaba que en lugar de estudiar se hicieran jugadores, bebedores o acabaran frecuentando los burdeles y los fumaderos de opio (en esta época no existía ninguna ley de regulación de las drogas y los médicos las recetaban como si fueran caramelos y eso unido a la cantidad de fumaderos existentes en los barrios bajos hacia que aquello fuera el despiporre). Más de un joven acabó arruinando a su noble familia por su conducta licenciosa, sumiendo a la misma en la pobreza y la vergüenza social (que para ellos era casi peor que no tener donde caerse muertos).
   Y si la educación era opresora en todo niño era mucho peor si eran niñas, proteger su inocencia y su reputación estaba por encima de todo. Así que ninguna chiquilla de la era victoriana hubiera podido comportarse como Irene. El escritor nos da a entender que al ser una familia americana se la conceden más libertades pero esto es falso, los americanos de clase alta estaban tan o más preocupados por la reputación que los ingleses. Podían ser algo más desenvueltos en los encuentros sociales siendo adultos pero con los niños tampoco pasaban ni una.
   Así que nada de andar sola por ahí, de tener como compinche o única compañía adulta al mayordomo (el mayordomo no andaba por ahí de paseo, era el encargado de la casa y no podía irse de picos pardos o a salvar a la niña que ya se ha metido en un nuevo lio XDD) y por supuesto, nada de frecuentar compañías masculinas que no fueran de la familia. Por no hacer, no podían ni vestirse solas (cosa que vemos que siempre hace Irene pero en realidad aquellos vestidos se abrochaban todos por detrás de modo que era imprescindible tener tu sirvienta personal que te ayudara y te peinara).
   Y si una chiquilla se hubiera emperrado en hacer las cosas que hace Irene en el libro, la desagradable realidad es que hubiera sido mandada de inmediato a un internado o un convento (y mas no siendo hija de sangre) y si pillaba con unos padres muy estrictos y ella no se corregía hubiera bien podido acabar con sus huesos en un psiquiátrico porque su conducta se hubiera tomado por un signo de locura.
   Hacer algo indebido en semejante sociedad podía ser tu fin y no acarrearte más que desgracias, por mucho que interiormente se anhelara la libertad.
   También mencionar que en la realidad los tres jóvenes detectives no se hubieran podido conocer, no solo por estar siempre vigilados por algún adulto, sino porque, sobre todo las niñas solo trataban con otros niños de su familia (las de buena familia), eran los únicos varones que conocían y podían tratar hasta su entrada en sociedad (si tenían hermanos mayores podían conocer a amigos de estos pero eso era lo más que podía pasarles y aquí Irene es hija única). Por ello hasta muy avanzado el siglo XX eran tan comunes los matrimonios entre primos (aunque ahora a mucha gente le parezca algo incestuoso). Además, de que las familias gustaban de mantener la fortuna en casa, las chicas se sentían más a gusto con esos jóvenes que al ser de su propia familia habían podido tratar desde niños y con mayor libertad. Lo cual, a menudo era una perspectiva mucho más agradable que la de acabar casada con un total desconocido.
   Además, quisiera también mencionar otra cosa sobre Irene, que es el personaje del que conocemos más en los libros por ser ella la narradora. Aunque Gatti nos presenta a un trasto de chiquilla, lista, vivaracha y aventurera (aunque no sea realista con la época) no creo que el pasado que nos plantea Gatti para este personaje vaya muy bien ni que hubiera sido del agrado de Conan Doyle.
   Gatti la pone como la hija adoptiva de un matrimonio americano muy adinerado (se supone que ella no sabe que es adoptada aunque lo intuye y a lo largo de las novelas se mantiene el misterio de cuáles serán sus verdaderos orígenes. Cosa que me dejo bastante fría y que creo que no aporta gran cosa a la historia. Porque no era tan raro que de vez en cuando una mujer de buena familia tuviera una indiscreción y que el hijo fuera entregado a personas de confianza pero de inferior condición para que lo criaran).

   Creo qua al presentar a Irene Adler el creador de Holmes pensaba en la figura de Lillie Langtry, una dama archiconocida por aquellos años y que fue la amante oficial del príncipe Bertie, hijo de la reina Victoria y posteriormente actriz (cuando cayó en desgracia ante el príncipe por hacerle un feo en público). Esta mujer logró salirse de los estrictos cánones sociales de la época, ascender, hacer fortuna y ser musa e inspiración de muchos artistas y escritores (entre sus amigos estaba Oscar Wilde). Una mujer inteligente y decidida. Características que sin duda encajan con Irene Adler. Por ello creo que hubiera sido mucho más acertado que a Irene le hubiera otorgado el pasado de Lillie, nacida Emilie Charlotte Le Breton y que era hija de un vicario inglés (una posición honorable pero algo humilde) y con siete hermanos varones. Lo que explicaría su carácter fuerte y determinación. Lillie fue una jovencita con grandes ambiciones y que deseaba ser el centro de la sociedad londinense, lo cual logró haciendo uso de su gran belleza y carácter para cazar a un marido rico. Con el que siguió casada mientras era la amante del príncipe, hecho que era conocido por toda la sociedad, incluidos los cónyuges de ambos (aunque en esta sociedad los trapos sucios había que guardarlos bajo siete llaves a ver quien le decía algo al príncipe y futuro rey de Inglaterra).

   Esa niña de una zona más de campo y teniendo por compañeros de juegos a siete hermanos hubiera sido mucho más adecuada para aportar realismo al personaje. Una chiquilla con esta vida si hubiera podido gozar de un poco de más libertad y hubiera podido conocer a otros jóvenes a través de sus múltiples hermanos.
   Y ya solo me queda hablar de la preciosa edición de esta colección. 

   Destino se ha esmerado muchísimo con estos libros de tapa dura. Llevan un forro ilustrado con los personajes. Pero si el forro es bonito es aun mejor cuando lo quitas y puedes apreciar los estampados victorianos.
   El interior del las portadas está compuesto por un montaje de recortes y anuncios que parecen talmente sacados de periódicos de la época y que tienen que ver con la trama de cada libro (yo tarde varios libros en darme cuenta de ese detalle XDD).

   Por dentro la maquetación, también tratada con mimo, va acompañada con pequeñas ilustraciones de objetos encabezando cada capítulo que imitan a los grabados de la época y que son elementos que aparecen en la historia.
   Y por último, el papel es precioso, con ese tono amarillento que te parece estar leyendo un ejemplar con un par de siglos (pero nuevecito y sin oler a polvo XDD). Además, este papel es ecológico porque está libre de cloro. Decisión por la que felicito a la editorial. Ya lo he comentado en alguna otra reseña pero me reitero al decir que es muy importante que las editoriales colaboren con el medioambiente usando papel ecológico.
   En resumen: Son unos libros estupendos para cualquiera que supere los 10 o 12 añitos. Para cualquier aficionado a la novela detectivesca y perfecta ahora que se acerca el verano y hay más tiempo para la lectura. Son muy amenos y se pueden leer en un día o dos. Además, aunque pertenecen a una colección se pueden leer independientemente y no pasa nada si se leen en desorden (yo lo he hecho, acabe leyendo el primer volumen el último y no te pierdes para nada).

   Un apunte: Actualmente Destino ha sacado una edición especial del primer tomo El trió de la Dama Negra a un precio apto para cualquier bolsillo. Su precio normal en papel es sobre 15 euros y esta edición especial vale solo 4. Hasta yo que no tengo ni una perra no pude resistirme a comprarlo XDD. Y la calidad es tan buena como la de los demás libros así que os recomiendo que aprovechéis a comprarlo (podéis conseguirlo en Carrefour, Amazon y varias librerías más online). A ver si luego hay suerte y sacan ediciones especiales de los demás libros y así puedo hacerme con ellos XDDD

Valoración: 4
Escala valoración: del 1 al 5




 

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me han gustado mucho las explicaciones que has dado, sobre la vida de los crios de la época sobretodo. Deberian ponerlas como anexos en los libros, como curiosidad, para quien quiera saber, yo de pequeña lo hubiera agradecido. Por cierto, yo si soy muy fan de Lupin, seguro que te hará grácia saber que Maurice Leblanc hizo un par de parodias de Holmes y Watson que se recopilan en el libro: Arsene Lupin vs. Herlock Sholmes (en español lo suelen traducir por Arsenio, por si lo quieres encontrar) A mi me gustaron bastante, aunque los pobres Holmes y Watson no salen nada bien parados XD. Un saludo.

María Parra dijo...

Pues si que seria muy interesante que incluyeran anexos asi!! Yo comprendo que a veces las licencias son necesarias para ajustarse al esquema de trama que en ese momento venda pero vendria bien que con anexos asi explicaran a los crios como eran los verdaderos hechos historicos. Si no se pueden pensar lo que no es.
He mirado en la biblioteca y solo tienen uno de Lupin pero me lo voy a coger!!! Lo bueno es que esta clase de libros te pueden picar la curiosidad por clasicos que aun no has leido!!
Y no tenia ni idea de esa parodia, debe ser super curiosa!!! Me gustaria poder leerla. Buscare por internet a ver si hay suerte! Gracias por comentarmelo!!

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