El vicario que hablaba al revés

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Nº de páginas: 48 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: EDICIONES SM
Lengua: CASTELLANO

Resumen del libro

El vicario Robert Ozire llega a su nueva parroquia de Nibbleswicke. El párroco estaba un poco nervioso, ya que no conocía a nadie en la comunidad, iba a estar totalmente solo y no sabía si haría bien el trabajo. Por estos motivos, su antigua dislexia resurge, y empieza a pronunciar algunas palabras de la oración al revés. A l llegar al pueblo todos piensan que el nuevo reverendo está loco, pero es que ellos no saben de su padecimiento. Cuando el vicario se da cuenta que algo anda mal va al doctor. Éste le explica sobre su situación y le dice que la única forma de ayudarlo es que él camine al revés y así las palabras saldrán al derecho; para ayudarse, se amarra un espejo en la cabeza. Desde entonces todo cambia y la gente de Nibbleswicke entiende qué ocurre y se toma el problema con sentido del humor: ahora hasta las misas les resultan divertidas.

Hoy vengo con otra reseña de un librito que ya tiene un tiempo. La edición que tengo en mi poder es de 1992 pero no por ello deja de ser un libro digno de lectura y muy recomendable para los peques de la casa. Este es uno de esos libros, que a pesar del paso del tiempo, no se quedan obsoletos.

   El vicario que hablaba al revés, editado por SM dentro de su colección de Barco de Vapor es una historia muy cortita pero llena de ese ingenio típicamente ingles, divertidos juegos de palabras (he leído en otros blogs que es muy recomendable leerlo en su versión original por que los juegos de palabras cambian) con los que disfrutaras los niños y una historia imaginativa y pintoresca protagonizada por el pedazo de pan del reverendo Ozire (aquí mismo ya tenemos uno de esos juegos de palabras que os decía).

   Pero no solo es una historia entretenida sino que además acerca al joven lector de un modo lleno de gracia al trastorno de aprendizaje de la dislexia que sin el apoyo adecuado puede resultar un grave problema para los niños y afectar a su vida adulta. Se estima que hay unos 50 millones de personas disléxicas solo en Europa (así que figuraros los que serán en todo el mundo), como veis es un tema serio (yo no me imaginaba que hubiera tantísimos).

   Además, la letra es muy grandota para facilitar así la lectura en caso de que el niño sea disléxico.

   Roald Dahl (que todos conocemos por la divertida y entrañable Matilda) era un hombre comprometido con las causas benéficas y quiso escribir esta pequeña historia (que no llegó a ver publicada) a favor del Instituto londinense para la dislexia. Cediendo, además, los derechos universales de esta obra, a dicho instituto.

   De modo que al comprar este librito no solo proporcionaras a tu hijo un estupendo rato de lectura, sino también estarás colaborando con una buena causa.

   También, quiero aprovechar la ocasión para hablar un poco de este escritor.

   Cuando cogí este libro solo sabía que era el autor de Matilda, libro que leí hace bastantes años (pero ya adulta) animada por la película que me gustó mucho (a ver si un día de estos lo releo y aprovecho a reseñarlo XD), pero no tenía ni idea de su vida y cuando me puse a preparar esta reseña investigué un poco sobre él y me quedé sorprendida ( y no es la primera vez que me sucede con un escritor, sobre todo con los que vivieron el final del siglo XIX y parte del XX).

   Creo que uno tiende a pensar que un escritor infantil es una persona tranquila que ha llevado una vida muy sosegada, tal vez como maestro o algo similar pero a veces descubres que tras los cuentos e historias divertidas, entrañables o llenas de fantasía se encontraban personas que llevaron vidas, llenas de claro oscuros, dignas de convertirse en novelas.

   Hombres que lucharon en terribles guerras y que corrieron múltiples aventuras o vivieron verdaderas tragedias (como Tolkien o el mismo Roald). Autores que fueron objeto de admiración y que congregaban a un enorme público en sus conferencias (como C. S. Lewis cuya obra también dio pie a la polémica) o que provocaron ríos de tinta con posibles hipótesis sobre su vida privada (como en el caso de Lewis Carroll). Hombres que prefirieron crear un mundo donde nunca tendrían que crecer para huir de la infelicidad de sus propias vidas (James M. Barrie) o como el propio Roald que fue capaz de interiorizar y trasformar las desagradables y traumáticas vivencias de su infancia durante la cual sufrió reiterados malos tratos en los colegios ingleses para dar lugar a sus libros llenos de humor en los que los niños son los héroes y los villanos son los adultos (con la excepción de algún adulto bueno).

   Me parece fascinante como terribles vivencias y acontecimientos (desde la Primera y la Segunda Guerra Mundial a tragedias personales al perder padres, hijos o esposas) marcaron a una serie de personas y como estas consiguieron trasformar todas esas experiencia negativas en maravillosas obras que han dado al mundo (muchas de ellas convirtiéndose en clásicos tanto adultos, como infantiles) que desde su creación han enriquecido y marcado a millones y millones de lectores.

   Y Roald Dahl es uno de esos hombres (en Inglaterra es tan reconocido que incluso tiene su propio día, el 13 de septiembre). El creador de Matilda, los Gremlims o Charlie y la fábrica de chocolate (entre otros muchos libros) fue también un persona que perdió a una hermana y a su padre siendo muy niño, que sufrió una difícil situación familiar, que hubo de padecer la soledad en los internados ingleses y sobre todo los abusos por parte de los profesores, sufriendo en sus carnes una buena cantidad de palizas.

   Como también fue un viajero a través de su trabajo y un piloto de combate durante la Segunda Guerra Mundial que estuvo en lugares tan dispares como Kenia, Irak o Grecia. Supo lo que es caer en combate y sobrevivir a tan terrible guerra que sumió casi en la locura a prácticamente todo el planeta. Que tras la finalización del conflicto se fue a las Américas y acabó casado con una actriz galardonada con un Oscar. Que se convirtió en escritor, para niños y adultos (aunque sus mayores éxitos serían con obras infantiles) y hasta colaboró con Hollywood con guiones. Que perdió a una hija y tuvo un hijo gravemente enfermo lo que hizo que se involucrara en los problemas de esa enfermedad y a lo largo de su vida ayudara a distintas causas (tras su muerte, su viuda, su segunda esposa, creó una fundación con su nombre desde la que siguen ayudando especialmente a la alfabetización, la neurología y la hematología).

   En definitiva, ¡¡¡menuda vida!!!

   Si queréis saber más sobre él os dejo el enlace de la wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Roald_Dahl

   Y os animo a que cuando terminéis un libro que os ha gustado mucho (sobre todo si es un libro clásico o ya tiene algún tiempo) investiguéis sobre su autor porque a veces encuentras tras el libro una historia extraordinaria.

   Y volviendo a El vicario que hablaba al revés, me reitero y lo recomiendo como un libro perfecto para los más peques de la casa que también arrancará más de una sonrisa al adulto que se lo lea. Y en general recomiendo toda la obra de este autor clásico, fabricante de divertidas e hilarantes historias que no pasan de moda.

Valoración: 4

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