Datos del libro
Autor/a
Colección
Inolvidables
Editorial
Idioma
Español
Año
2012
Formato
Tapa dura
Páginas
240
Tamaño
203 x 137 mm. 395 g.
ISBN
9788427203044
Sinopsis
Las alumnas preparan una obra de teatro. Cenicienta, escrita por Darrell, con Gwen (¿o será Maureen?) como Cenicienta. Siguen las clases, las riñas y las bromas en la vida ajetreada en Torres de Malory.
Hace un tiempo que no tengo nuevo libro de Boolino para reseñar pero
aquí estoy de vuelta en el blog con un clásico de Enid Blyton para empezar el
año (gracias Boolino!!).
Soy una fan de la colección de Los cinco, aunque como siempre llevo décadas
de retraso con la lectura y aun tengo muchos por leer XDD, pero si bien conocía
a esta súper prolífica autora británica (escribió más de 700 libros en su vida.
Menuda caña de tía XDD) no había leído nada más de ella. De modo que cuando
Boolino me ofreció Quinto grado en Torres de Malory me pareció una buena
oportunidad para conocer más sobre la obra de Blyton.
Torres de Malory es una colección clásica escrita por los años 50, compuesta
por 6 libros (aunque parece que recientemente otra autora a escrito varios volúmenes
más que se están publicando poco a poco) que gira en torno a la vivencias en un
internado ingles para señoritas.
Y que se ha actualizado con ilustraciones muy simpaticas que le dan algo de frescura al texto.
Este volumen es ya el quinto de la saga pero como pasa con Los cinco,
las historias pueden funcionar de modo independiente y no te pierdes por no
haber leído los anteriores.
Nunca he sido de leer libros que giren en torno a los colegios o
institutos pero por ser la autora que era decidí hacer una excepción.
De niña no me gustaba el colegio y aun de adulta pienso que el colegio
es lo que más estropea la infancia XDDD. Con sinceridad, al único colegio al
que iría encantada y del que no me sacarían ni a patadas seria Hogwarts XDD.
Tras la lectura de este libro he descubierto que aunque Torres de Malory
parece un sitio bonito (no es el Loodwood infernal de Jane Eyre XDD), tampoco
me gustaría vivir allí. Una persona tan individualista y amante de la libertad
como yo, lo pasaría fatal!!
La narración es muy amena y el libro se lee de una patada, aun cuando el
contenido, la verdad, no me atrapó en absoluto. Sin el componente del misterio
que tenemos en Los Cinco, Torres de Malory es más como una especie de culebrón light
de los encontronazos entre las alumnas preadolescentes protagonistas de la colección.
Es como leer sobre un pequeño micro universo, pero tan pequeño que los
cuerpos que lo componen, o sea las niñas, se ven abocadas a chocar las unas
contra las otras. Pues viven en un entorno muy reglamentado en el que apenas
tienen espacio para la individualidad y donde esta no se fomenta precisamente.
Es como un pequeño conglomerado de personalidades que se ven forzados a
encajar, básicamente porque están obligadas a vivir allí. Y lo paradójico de la
lectura es que a pesar de que casi todas se llevan mal, en mayor o menor
medida, cuando empieza el nuevo curso están encantadísimas de volver al
internado y se consideran todas amigas.
Por supuesto, al estilo de los culebrones (aunque todo en un tono light
propio de los 50) a pesar de todos los choques entre ellas, cuando ya se llevan
a matar e incluso algunos personajes hablan de que se odian (mayormente por que
se intentan dominar unas a otras) sucede algo que hacer que de repente se
olviden de todo y pasen a adorarse (casi como si fueran bipolares XDD).
Es un libro donde las protagonistas se toman todo muy en serio,
demasiado en serio, incluido a sí mismas y a sus compañeras de clase. Es como
si al estar tan metidas en el pequeño mundo de ese internado, fueran incapaces
de ver más allá de ese lugar (y nadie se hubiera molestado en enseñarlas a
tener perspectiva), sus compañeras y las pequeñas vivencias cotidianas que se
desarrollan fuera de las horas de clase. Y fuera de clase casi todo gira en
torno a la obra de Navidad que deben preparar, los deportes y sus
personalidades dándose de golpazos las unas a las otras.
Entresacado del texto podemos también ver cómo eran estos internados
(aunque me imagino que la autora habrá edulcorado bastante, tanto a las alumnas
como a las profesoras), donde las niñas de un curso se relacionaban casi
exclusivamente con las de ese curso. Exceptuando tener alguna prima o hermana
en algún curso inferior los contactos de las mayores (como el quinto grado) con
las más pequeñas se limitan mucho y siempre en términos autoritarios. Donde las
mayores se consideran superiores a las de cursos inferiores e incluso cuentan
con autoridad para reñirlas o castigarlas a su voluntad. Con lo que puedes ver
un lugar muy jerarquizado (las profesoras mandan sobre las alumnas y los grupos
de alumnas mandan sobre aquellas en cursos inferiores) en el que o te adaptas y
te sometes al lugar que te asignan o acabaras fuera del centro por inadaptada.
Vamos, la educación necesaria
para formar a una buena señorita que supiera estar en su sitio.
También vemos, en dosis suaves (nadie se tira de los pelos ni nada),
como si unas alumnas poseen algunos defectos (incluso cosas de tipo físico,
tener dientes algo sobresalientes o pequeñeces por el estilo), las otras acaban
burlándose o siendo ofensivas intentando escarmentar a la niña que no soportan
por que la consideran engreída, vanidosa o lo que sea. Demostrando así que
ellas tampoco son mucho mejores, a pesar de considerarse mucho más educaditas y
maduras.
Un caso que me pareció muy curioso en el libro es el de una de las
chicas que es muy voluntariosa, siempre quiere ayudar a sus compañeras, es
amable con todas y se desvive por ellas y sin embargo, sus compañeras no la
soportan y detestan que se ofrezca a ayudar hasta el punto que acaban burlándose
de ella, llamándola Santa Catherine o Mártir.
Mientras leía esto yo pensaba: si
a la muchacha le hace feliz ayudar, ¿a ti que más te da? ¿Por qué encima tenéis
que jorobar a la criatura? Para alguien amable que hay en ese internado, no,
vosotras tenéis que quejaros de que os quieran ayudar. (Vamos, que esas niñas
me resultaron bastante raras XDD)
Las profesoras apenas aparecen en el libro, la de francés es la que mas
papel tiene, es la más bondadosa y la que sin embargo sufre más las bromas de
las niñas. Mientras que las otras, como digo, lo poquito que salen, la verdad
que parecen bastante amargadas. Lo cual tampoco es de extrañar pues la profesión
de profesora desde la época de las Brontë hasta casi la actualidad era bastante
solitaria, degradante, carente de independencia y muy desagradecida.
En resumen: Es un libro que puede resultar entretenido para algunas
niñas y curioso para aquellas adultas que leyeron la colección en su infancia.
Sin embargo, no es un libro con un fondo considerable, deja entrever un poco la
moralidad estrecha de los años 50 y es carece bastante de valores universales.
Valoración: 3
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