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Bergil, el caballero perdido de Berlindon




Colección
Grandes Lectores

978-84-934826-2-6
144 págs.
 Rústica (cosida)
Sin IVA: 7,02€
Con IVA: 7,30€
A partir de 12 años
14,5 x 21 cm
Autor: Josemaría Carreras
https://leoyvivo.wordpress.com/
Bergil, un joven huérfano de 18 años, dispuesto a todo para defender a su rey, conocerá a Berk durante su primera batalla, un guerrero que podría ser su padre y que le salvará la vida. Juntos lucharán en una emboscada preparada por el enemigo de su rey. Como recompensa, el rey le ofrecerá -por boca de su consejero- pertenecer a la orden de los caballeros de Ivië, orden a la que pertenecía el padre de Bergil, que murió asesinado por su mejor amigo, cuando él era un niño. El joven pedirá a Berk que le haga de ayudante, pero... ¿qué oscuro secreto esconde Berk?
Premios
  • 2004 - Premio Árbol de la Vida, concedido por Árbol de la Vida
  •  
   Sigo con mi ronda de lectura de libros de la editorial Bambú que hay en la biblioteca de mi ciudad (aunque ahora también estoy intercalando libros de Sally Gardner pues me he enamorado de su obra XDD). Y esta vez me ha tocado leer Bergil, el caballero perdido de Berlindon.

   Tenía cierta reticencia con respecto a este libro (ahora os explicaré porque), sin embargo, como me están gustando tanto las obras publicadas por esta editorial pues decidí traérmelo a casa y darle una oportunidad.

   Aunque soy escritora de fantasía, la épica no me va!!! (yo escribo otro tipo de fantasía y, por supuesto, excluyendo a Tolkien, que aunque se pueda considerar la fuente de la que beben muchísimas novelas de fantasía épica, para mí su obra contiene un profundo mensaje antibelicista y que alaba la naturaleza y la vida sencilla. Prueba de ello es que dedicaba muchas más páginas a describir paisajes que a narrar las batallas).  

   Por una parte, leer sobre batallas me suele aburrir mucho, tiendo a perderme y leo sin comprender realmente que está sucediendo. Me resulta todo confuso.

   Pero el motivo más importante por el que no me gusta en demasía la fantasía épica (aunque como a muchos, si me parece interesante la época medieval) es porque en muchos casos encuentro en esos textos una glorificación a la guerra o como en los que son tipo Juego de Tronos, una interminable sucesión de conspiraciones, traiciones, traumas diversos de los personajes y mucha sangre gratuita.

   Me parece que algunos de esos libros (y por supuesto, que cada cual escriba lo que quiera y lea lo que más le apetezca. Solo hablo por mi) trasmiten un concepto erróneo de algo tan espantoso como la guerra (y la guerra se lleva glorificando casi desde su invención. Así que sería tiempo de que dejáramos atrás algo tan horrendo y fútil) y muestran todo lo peorcito del ser humano, como si fuéramos incapaces de ser más que criaturas rastreras, egoístas y vengativas.

   Sin embargo, Bergil, el caballero perdido de Berlindon no tiene nada que ver con la fantasía épica que acabo de describir a groso modo. Es más, apenas tiene fantasía, solo unas ligeras pinceladitas.

   Lo que si tiene son batallas, casi todo el libro trascurre durante una guerra, no obstante, el autor ha sabido describir de un modo directo, ágil y conciso estas escenas, de modo que es mucho más sencillo visualizar estas partes de la historia. Ha conseguido que me entere de los diversos movimientos y estrategias de los bandos combatientes y que no me aburra!!

   En esta historia se nos presenta la guerra como algo que en ocasiones puede resultar inevitable, si es por salvaguardar tu hogar y la libertad pero cuyas consecuencias duran toda la vida. En una guerra nadie gana y todos pierden. 

   El concepto del reino de Berlindon, sus caballeros y el modo de afrontar la guerra me ha recordado mucho a Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Ese concepto de respeto, fidelidad, valor y nobleza pero al tiempo siendo los personajes siempre conscientes de lo que arriesgan al luchar y de la pena y el dolor que habrán de cargar a sus espaldas aun si sobreviven al conflicto.

   Creo que el autor ha sabido mantenerse en un justo equilibrio, tanto en el modo de presentar este conflicto como al crear a sus personajes. En este libro, la guerra no se presenta como algo glorioso pero al tiempo el autor tampoco se regodea en la crueldad o el lado sangriento.

   Los personajes no cantan una oda a la batalla pero tampoco se dedican a despedazar a sus enemigos por gusto. Son presentados como hombres que hacen lo que deben hacer, que actúan con justicia y arrojo pero no sienten ni placer al matar ni vergüenza por llorar a los caídos o reconocer que sienten miedo antes de una contienda.

   Como decía, este libro me recuerda a Arturo y sus hombres pero también vemos a Tolkien y al mundo céltico. Tenemos al sabio Arfanhuil que recuerda muchísimo a Gandalf pero ¿Quién es Gandalf sino la encarnación del druida celta? Unos personajes nacen de otros pero al final todos encarnan a la misma figura que cambia de nombre pero permanece a través de las distintas obras a lo largo del tiempo.
   Y he dejado para el final lo que me ha gustado más de este libro.
   Bergil, entre batalla y batalla tiene que enfrentarse a una lucha personal. Y el tema que aquí se trata es la venganza. La forma en que el autor aborda este tema me ha parecido realmente sabio.
   Con respecto a este tema siempre me viene a la cabeza una pregunta que se movía por el face hace un tiempo, creo recordar que era para promocionar una nueva temporada de Juego de Tronos.
   Pues la pregunta en cuestión, decía: “¿Qué harías si mataran a toda tu familia?”
   Supongo que muchas de las personas que se plantearan esta pregunta, darían por respuesta: VENGARSE. (Al final esta es la respuesta más simple. Dejarse arrastrar por el dolor y buscar sangre.)
   Recuerdo que pensé en cual sería mi respuesta y esta sería: Llorar a mi familia, buscar que la persona que les mató no pudiera hacer daño a otros (no me refiero a matar, sino a encarcelar o asegurarme de que se ha arrepentido y enmendado) y luego vivir la vida y ser feliz, no solo por mi sino por también por mis seres queridos que ya no están.
   Por supuesto, esto es mucho más fácil de decir que de hacer y por descontado jamás querría verme en semejante situación pero creo que este es el camino correcto (que no fácil) y el que espero que tuviera la fortaleza de tomar en tan tremendo caso.
   Y creo que el autor de Bergil opinaría como yo pues su protagonista se ve justo en esta situación y en lugar de escoger el camino de la venganza escoge perdonar, amar a aquel que le causo dolor, aprender del daño y ser feliz.

   Muchos libros, películas y conflictos han tenido como eje central o detonante la venganza. Y esta misma luego resulta la escusa perfecta para no detener la carnicería.
   Todos conocemos la cita de La Biblia: “ojo por ojo y diente por diente” y que aun hoy en día muchas personas y pueblos inmersos en sangrientos conflictos enarbolan como estandarte para  proseguir con una guerra.
   Yo siempre digo esta cita a mi manera y mi manera es: ojo por ojo y diente por diente. Y así, al final, todos ciegos y desdentados.
   Lo que viene a decir, justo lo que el autor de Bergil quiere trasmitir al joven lector, que la venganza no sana la herida infligida, es más lo que hará será agrandarla y dar motivos a otros para dirigir su propia venganza hacia ti (Ya sabéis, tu matas al asesino de tu padre, el hijo de este luego te mata para vengar a su padre, luego tu hijo busca vengarse y, así, es un no parar de intentar acabar con las distintas generaciones por venganza. Los romanos y los japoneses en épocas pasadas exterminaban a toda la familia o clan enemigo porque sabían que si quedaba alguien vivo, aunque fueran niños, eso provocaría que años después, los supervivientes buscaran venganza y les quisieran matar a ellos. Por supuesto, el exterminio no es precisamente la vía adecuada para evitar la venganza). La violencia solo engendra violencia y la venganza tan solo dolor, sangre y pérdida. Es un círculo vicioso.

   Este bello libro trata del perdón (único modo de romper la espiral de violencia, venganza y odio), de dejar atrás las cosas que nos dañaron, del arrepentimiento y la redención a través de una vida dedicada a compensar una acción atroz.

   En resumen: Es una historia hermosa, que nos habla de cómo el ser humano puede superar el dolor y la venganza hasta lograr que de algo terrible surjan cosas maravillosas. Nos muestra como incluso en los peores momentos el hombre puede sacar lo mejor de sí mismo y que el amor es el verdadero camino a la felicidad y la paz de espíritu.
   Una lectura apta tanto para jóvenes como adultos pero que recomiendo sobre todo a los primeros pues te invita a una interesante reflexión.

Valoración: 4
Escala valoración: del 1 al 5




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